La pastora de las frutas, así la empecé a llamar cuando la conocí. Pero luego me di cuenta de que muchos le llaman Má. Es una mujer de origen puertorriqueño que llegó a la ciudad de Lowell en el 1995, y de inmediato entendió la necesidad que había entre los hispanos de tener quien abogara por ellos.
Carmen fundó Hope Dove, una organización de ayuda que realiza diversas actividades como grupos de apoyo de mujeres, dando comida, ropa, fornitura entre otros recursos
Es una mujer conocida por toda la comunidad por tenderle las manos a los más necesitados sin importar su color de piel, raza, idioma o descendencia. La pastora Carmen Bermúdez siempre recibe a los que buscan "la compra" en su iglesia, con una sonrisa y un rostro amigable.
Cuando llegó a esta ciudad en el año 1995 encontró muchos obstáculos que la hicieron exigir sus derechos. Todo empezó cuando en las escuelas le negaron darle a sus hijos un plan especial que ellos requerían. Pero ella no aceptó un no como respuesta. Empezó a trabajar con las escuelas y con los planes educativos, ya que los que habían "eran horribles", según señala.
No le querían dar transporte especial ni ponerle un 1:1 trabajando directo con sus hijos. Pero, como producto de ese avispero que se formó, salieron más de cien casos de familias que estaban en iguales condiciones que Carmen, pero que no habían encontrado quien hablara por ellas, y se unieron. Carmen rememora que el City Hall por años no tuvo un interprete. Cuando existía el programa bilingüe tenían interprete, pero la directora del programa bilingüe no hablaba español. "Cuando yo iba a buscar ayuda solo había una persona llamada María Cuesta que hablaba español que trabajaba ahí". También envían donaciones a personas necesitadas en República Dominicana.
Sus tres hijos con condición de epilepsia requerían una educación especial, pero no le querían dar ni siquiera transporte. Tuvo que irse a la ciudad de Malden y pronunciarse. Hasta allá llevó sus denuncias contra la ciudad de Lowell porque le estaban negando servicios a sus hijos con necesidades especiales. "Por medio de eso se abrieron un montón de puertas para otros… yo lo peleé, peleé, peleé…", explicó. Ella había traído un plan especial para sus hijos, desde otra ciudad donde vivía antes, pero cuando llegó aquí le dijeron que no, que ese plan aquí no se podía implementar. Pero Carmen le formó la guerra como ella misma dice, para que ellos aceptaran los planes. Alzó su voz en el City Hall, e incluso tuvo que valerse de abogados.
Hope Dove, la Paloma de la Esperanza Llevando Aliento en Lowell
Desde hace 21 años realiza el evento de Navidad en el que regalan juguetes, y hacen rifas para los niños. Hope Dove tiene más de cien voluntarios que trabajan día a día ayudándole en los eventos y actividades.
A Carmen le preocupa el problema de las personas que viven en la calle. preparan comida para las personas sin hogar y se las llevan a los refugios. Mencionó que le preocupa la situación de las personas sin hogar. Piensa que se debe crear programas que les ayude a que puedan tener un apartamentito. Si están 90 días limpios sin droga. Refirió que muchos de los que están en las calles son personas que se han quedado sin hogar, otros tomadores y muchos simplemente que se han quedado sin hogar.
Hay mucho por hacer
Carmen y su esposo llevan 25 años siendo pastores. La mayor satisfacción que siente con su trabajo es ver la cara de alegría de las personas. "Hay muchas personas en necesidad", reflexionó.
Empezó a trabajar con la fundación. Les favoreció el hecho de que su esposo el Pastor Eugenio, para entonces trabajaba en la emisora WCAP y a travéz de la emisora, empezaron a pedir donaciones de muebles para darla a los que lo necesitaban. "Había gente que yo conocí que tenían años durmiendo en el suelo", aseguró.
Dando charlas a las familias para que conozcan cuáles son sus derechos. También acompañaba y abogaba por las familias a las reuniones en las escuelas cuando se les negaban sus derechos. También liderea a un grupo de alrededor de 70 mujeres de diferentes nacionalidades.
Sus preocupaciones:
Aboga por mejoras en los servicios escolares para los niños con necesidades especiales. También por los niños recién llegados que no hablan inglés, ya que no existe un programa bilingüe. "Los muchachos que vienen de afuera que no saben inglés sufren mucho. Yo he visto estudiante que los llevaba a coger la prueba, estudiantes que no saben ni no, ni sí, y le dicen: sí el puede estar en esa clase, en una clase en ingles… y después tu vez a esos muchachos colgados. Yo pienso que debemos volver a la educación bilingüe nuevamente, y mas ahora que hay tantos migrantes. Ahora es tiempo donde más migrantes hay; y que no haya un programa bilingüe!. Esos muchos se frustran, están colgados en la escuela, no saben el idioma... entonces, para la calle. No se esfuerzan en que sigan en la escuela. A los 16 años los dejan ir. No hay ese empuje…"
Le preocupa el hecho de que, según asegura, no hay apartamentos de hausing, "esto está aquí terrible". Otro problema es que no hay interprete en muchos lugares.
Asimismo, hizo un llamado a la comunidad para que acudan a ejercer su derecho al voto.
Anhela que la gente Aprenda a defenderse. Yo no voy a parar hasta que los derechos no sean violados y que todo niño, aunque tenga incapacidad tiene derecho a estudiar y a que le busquen la ayuda que necesite.
Si necesitas muebles para tu casa, pampers para adultos o para niños, si no tienes comida, si necesitas orientación porque estás pasando por un problema de violencia doméstica, si tienes quien abogue por ti en la escuela de tu hijo, llama a la pastora que ella te puede ayudar o conectar con otros servicios. Carmen Bermúdez, 978-601-4471 Visitar jueves y sábados para buscar comida a las 11:00 de la mañana., el 117 Perry Street, 01862.
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