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Foto del escritorYvonne Francisco

Primera latina como capitana en el Departamento de Policía de Lowell


Soñaba con ser abogada, y aunque no cumplió ese sueño, hoy aboga por su comunidad desde el departamento de policía al que pertenece desde hace 25 años.

Al abordarla encontramos a una mujer uniformada, sencilla, sin altivez ni arrogancia, rebosante de humildad y empatía, conmovida por los problemas sociales de la comunidad que la acogió cuando era niña y durante su adolescencia y desarrollo.

"¡Yo los represento a ellos, yo soy la comunidad!"


  Al abordarla encontramos a una mujer uniformada, sencilla, sin altivez ni arrogancia, rebosante de humildad y empatía, conmovida por los problemas sociales de la comunidad que la acogió cuando era niña y durante su adolescencia y desarrollo.


Marisol Nobrega

Ella y su familia atravesaron las mismas dificultades por la que pasan la mayoría de los inmigrantes que llegan a este país, sin conocer a nadie y sin un horizonte a seguir. Nació en Connecticut, y es hija de padres puertorriqueños. Su madre vino a vivir a los Estados Unidos a la edad de 14 años.


Nobrega es un ejemplo de que si tropezamos debemos volver a levantarnos. Inició sus estudios de intermedia en la Muddy Junior High, y luego pasó a la Great Lowell Vocational High School donde duró tres años. Marisol vivió en carne propia lo mismo que viven muchos jóvenes de esa edad en la comunidad. En el grado once empezó a tener dificultades con algunas amistades. Ella era muy tímida y callada. Como no le gustaban los problemas decidió abandonar la escuela. Sus maestras empezaron a llamarla y a alentarla para que volviera. Sus grados siempre eran A debido a que era muy inteligente.


La familia de Marisol llega a vivir a la ciudad de Lowell cuando Marisol tenía 12 años. Fue un tiempo difícil. Habían dejado atrás a sus amigos y a todas las personas que conocían para llegar a una ciudad donde no conocían a nadie. Aunque Marisol y sus hermanos al principio no entendía el por qué se habían mudado a esta ciudad, el tiempo les dio la razón, y entendieron que su madre había tomado una buena decisión ya que encontraron en Lowell a una comunidad que les acogió de muy buena manera, y a una ciudad muy tranquila y segura.


Recuerda con mucho cariño y sentimiento a su madre ya fallecida. Ella era una madre soltera, no hablaba el idioma inglés, sola, con una familia de siete hijos. Marisol la describe como una mujer callada y tímida, y quien hizo lo poco que pudo por su familia. Recuerda que tuvieron muchas dificultades. En esa época Marisol dormía junto a sus seis hermanos en el mismo cuarto. Este es reflejo de lo que viven muchos inmigrantes como ella y su familia.


Marisol tuvo obstáculos, pero no se detuvo, volvió a la escuela. Empezó de nuevo, pero esta vez en la Lowell High, sin embargo, no pudo terminar allí. Más adelante, gracias a que siguió los buenos consejos de amigos de la comunidad, decidió sacar el General Education Diploma (GED), lo que no fue difícil para ella porque era muy buena estudiante, y enseguida pasó las pruebas.


Por su propia experiencia aconseja a la juventud a no detenerse, a seguir hacia adelante, que, aunque haya obstáculos se debe tratar y continuar. "Yo soy ejemplo viviente, tú puedes hacerlo, puedes lograr todo lo que quieras, si no has terminado la escuela, trata de volver para atrás o trata de conseguir el GED", aconseja.

Estudios y persistencia.



Nunca se rindió

Marisol jamás en su vida pensó que iba a ser policía. Quería ser abogada. Ya tenía dos niños y entró a Umass Lowell, y ya terminando su carrera fue motivada por su cuñado Carlos Mercado, también policía, para que entrara a la Academia. Pero, cuando él le dijo que tomara el examen, Marisol, inmediatamente le dijo que no. A pesar de ello, tomó y pasó el examen, y entró en la Academia, pero de nuevo pensó en renunciar. Pensó que eso no era para ella: "los entrenamientos eran muy fuertes, pero luego me di cuenta de que ese era mi llamado. Que no era solo arrestando a las personas, sino también hablando con la comunidad, escuchando los problemas de ellos y tratar de ayudarlos", rememora. Luego, "cuando empecé le cogí ese amor a esta profesión", añadió.


Estudios y Persistencia

Nobrega es un ejemplo de que si tropezamos debemos volver a levantarnos. Inició sus estudios de intermedia en la Muddy Junior High, y luego pasó a la Great Lowell Vocational High School donde duró tres años. Marisol vivió en carne propia lo mismo que viven muchos jóvenes de esa edad en la comunidad. En el grado once empezó a tener dificultades con algunas amistades. Ella era muy tímida y callada. Como no le gustaban los problemas decidió abandonar la escuela. Sus maestras empezaron a llamarla y a alentarla para que volviera. Sus grados siempre eran A debido a que era muy inteligente.


La mujer, Clave en la Policía


Como bien señalan muchos estudios e investigaciones, Marisol coincide en que una mujer en esta profesión trae cosas diferentes con relación a un hombre. Es que, "el approach (acción para lidiar un problema) de nosotros es diferente... Yo cuando empecé le cogí un amor a este trabajo, nosotros somos bien neutral, los hombres ven las situaciones diferentes que una mujer".


Reconoce que ser policía es mucho más difícil para las mujeres, pero que ahora la profesión está cambiando un poco, pero, "cuando yo empecé había muchos hombres que no querían aceptar a las mujeres, y yo tenía dos cosas contra mí: siendo mujer y siendo latina".


Una buena combinación:




Reiteró que hoy en día la profesión está cambiando, y que las mujeres han traído mucho éxito a la policía porque saben arreglar las situaciones en una manera muy diferente. Por naturaleza tienen más compasión, y en muchos casos, y eso se ha demostrado estadísticamente, donde interviene una mujer policía, la situación no escala; Asimismo, subrayó, que los hombres tienen sus méritos y "los necesitamos".


Hoy en día todo ha cambiado, ahora apoyan más, pero aún persiste el machismo en algunos que creen que esta profesión es de hombres, y que las mujeres tienen su sitio en otra parte; pero las mujeres estamos aquí, y llegamos, ¡ya llegamos! ", enfatizó Marisol.


De igual modo, Marisol Nobrega asegura que ha recibido el apoyo de muchos de los hombres policías, y muchos de los que no la aceptaban como mujer policía, ya se han retirado. El rechazo de algunos era tangible. Cuando entraba a las reuniones de la mañana algunos de ellos no la saludaban o la ignoraban cuando ella les saludaba. "Como te dije, que no todos son así, porque hay muchos buenos, pero en ese tiempo no estaban aceptando a la mujer en la profesión".


Representando a su comunidad



Según su punto de vista, una mujer latina en un puesto de toma de decisiones en el departamento de policía significa mucho para la comunidad porque ahora ellos se sienten que hay una persona que los representa, y que "ellos pueden tener una relación conmigo porque hay confianza…" Resaltó que una de las dificultades de los miembros de la comunidad es que no hablan el idioma inglés, y se les hace muy difícil, pero "ahora yo los represento a ellos, yo soy la comunidad, yo vivo en la comunidad, ahora estoy en la posición que puedo tomar decisiones para influir en cómo la policía sirve a la comunidad", dijo.


Su familia

Marisol Nobrega, está casada con Jason Nobrega; sus hijos son Justin, Christopher y Kaiden. Tiene una pequeña nieta, y seis hermanos. Los padres de Marisol murieron en la misma semana, hace 16 años, algo que ella recuerda con mucha tristeza.

De igual modo, Marisol Nobrega asegura que ha recibido el apoyo de muchos de los hombres policías, y muchos de los que no la aceptaban como mujer policía, ya se han retirado. El rechazo de algunos era tangible. Cuando entraba a las reuniones de la mañana algunos de ellos no la saludaban o la ignoraban cuando ella les saludaba. "Como te dije, que no todos son así, porque hay muchos buenos, pero en ese tiempo no estaban aceptando a la mujer en la profesión".

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